Juan Pablo Castel/ Vulgar Topic. Febrero 2020
“El show se lo llevó Origin”, dijo un chaval mientras su amigo le respondía: “The Faceless son la verga” ¿Usted qué opina?
El Anexo Independencia lucía abarrotado (condición extraña en las últimas tocadas de merol) y una chica de la producción, nos confirmaba que solo quedaban tres boletos disponibles. Las camisetas, discos, parches y posters del evento se vendían generosamente.
Rotten Pork y Equipoise colocaban de forma estratégica la pólvora a cada guitarraz, para la explosión del moshpit que se vendría con Origin y The Faceless, platos fuertes de la velada.
El turno de Origin se aproximaba y algunas sombras en el escenario, afinaban los últimos detalles para que el sonido fuera bueno (lo que al final no se logró del todo y generó molestia entre algunos parroquianos).
Después de unos tensos instantes se escuchó “Expulsion of Fury”, volando con ésta rola, la cabeza de los cuantiosos clientes que se codeaban en el Anexo. Las melenas comenzaron a girar como ventiladores.
Adentrado en el set, Paul Ryan, vocalista y líder de la banda dijo: “desde el 2013 no estábamos con ustedes. Estamos muy contentos de regresar. Nosotros tocamos muy rápido” y en ese momento se escucharon los acordes de “Accident and Error” para seguirle con “Lethal Manipulation” y “The Burner”.
Con “The Aftermath” y “Revolucion” (cover de Brujería), pusieron fin a su poderosa y técnica faena dejando el camino libre a los virtuosos The Faceless, quienes tomaron sin miedo el escenario, con un set list cargado de poder enjuagado de inmaculada destreza comenzando con “Planetary Duality I” y “Planetary Duality II”.
La banda salió a tocar sin bajista; y así se dejaron venir cpm “Autotheist movement II” y “Autotheist Movement III”, del sanguinario y breve disco Autotheism. Alguien en el público comentó “el show se lo llevó Origin”, al tiempo que los californianos hacían mover la maquinaria pesada y cargada de death a gran velocidad. Su denso recital continuaba con “Shake the Disease”, “Ten Billion Years” y por último “Ancient Covenant”.
Al final las luces se encendieron y los integrantes de las bandas bajaron a tomarse fotos, firmar autógrafos y beber un par de cervezas. Una gran noche cargada de camaradería y rocanrol presado para cerrar enero con buena condición.
