Edicion/ Vulgar Topic
Al sur de california en la ciudad de San Bernandino en el anfiteatro Glen Helense se congrego una multitud de gente de todas las edades. Un puñado de bandas, crestas de colores y un calor insufrible, fueron los principales protagonistas de la segunda edición del festival “It’s not dead“, nombre cual describe a la perfección entusiasmo con el que los asistentes viven el punk, que generación tras generación se a ido salvando de ser uno mas de esos géneros de moda que quedan en el olvido después de pasar sus mejores momentos.
Los 4 escenarios que conformaban el festival, siempre colmados de gente, ofrecían una selección de bandas como las que pocas veces se pueden ver en un festival. El escenario “Cuckoo’s nest”, fue el mas pequeño, pero uno de los mas enérgicos, si no es que el mas enérgico, ahi se presentaron los héroes de la escena local y underground, el escenario portátil hospedo durante algunas horas a bandas como Spider, Unit F y The Grim entre otras, quienes demostraron tiene la actitud para despeinarle las moicanas a varios de los jóvenes en el slam.
Fender Stage y Olympic stage, dos escenarios gemelos uno al lado de el otro y siempre sincronizados para no dejar descansar a los espectadores, aparecían una banda tras otra y los cuales aguantaron los estridentes sonidos de banda ya consagradas y favoritas de los asistentes como Reagan Youth, Guttermouth, The Flat Liners, A wilhelm scream, The Casualties, Vodoo Glow Skulls y U.S. Bombs.
El escenario principal llevaba el nombre del legendario front man Mike “Gabby” Gaborno, lider de las bandas Manic Hispanic y Cadillac Tramps, quien perdió la lucha contra el cancer tan solo hace unos meses. El escenario giratorio presentaba a los máximos exponente del festival. La mitad del escenario fungía como el escaparte para la banda en turno mientras que la otra mitad del escenario era utilizada para montar el equipo de la siguiente banda, un giro de 180 grados marcaba el final del set, pero el comienzo de la siguiente banda. Por el desfilaron bandas jóvenes, pero de gran arrastre como The Interrupters quienes pusieron a bailar a con su ska punk a los cientos de asistente que ya se gratinaban en el polvo del slam y los 40 grados centígrados que azotaron las primeras horas del festival. Mad Caddies y Good Ridance sirvieron como teloneros para una de las bandas emblemas del movimiento: GBH, quienes a pesar de tener casi 3 décadas tocan demostraron que la edad es solo un numero y la actitud es lo que cuenta. The Adicts siempre son una garantía, el show que ofrecen los británicos es muy singular y difícil de olvidar, al grito de Viva la revolution pusieron a corear a los miles de presentes quienes ya buscaban el mejor lugar para ver a los estelares, pero antes como aperitivo Me first and the Gimmie Gimmies y sus singulares covers lucharon contra los ánimos de los espectadores quienes ya ansiosos a las agrupaciones estelares.
El sonido de las gaitas y las luces encendidas anunciaron la llegada de los hijos predilectos de Boston, Los Dropckick Murphys quienes recorrieron su repertorio musical frente a una audiencia que coreaba todas sus canciones seguidos de los punk rockers californianos Rancid, quienes solo tuvieron que tocar un acorde para enardecer a todos los seguidores que ya esperaban con ansias su espectáculo. Las luces se apagaron anunciando el final del show, muchos asistentes comenzaban a retirarse, cuando se encendieron las luces de el escenario y salieron las dos bandas estelares a compartir el escenario y tocar una serie de covers que muy difícilmente se volverán repetir en vivo, Johny Cash y los ingleses de Cock Sparrelr fueron algunos de los homenajeados por el duo de la costa oeste del país vecino. Así fue como dio por finalizada la gira “From Boston To Berkeley”, en un festival que hace honor a su nombre: punk it’s not dead.